Los geranios del vecino. Octavo día de confinamiento.
Cuando madrugaba por las mañanas, solía fijarme en los geranios que crecían en el ático del bloque de enfrente.
Hoy, mientras tomaba estas fotos, el vecino ha pispado. Tanto, que se ha salido de la terraza y se ha metido de vuelta en casa observándome. Se ha dado cuenta de que hacía algo con el pepino (el teleobjetivo, que le llamamos así los foteros). Y es que hoy, precisamente, me ha dado por fijarme en sus geranios rojos. Es lo que más destaca en toda la fachada. También me he embobado con el cielo que teníamos. Hacía sol. Había nubes. Y de alguna manera, supongo que estaría imaginando el día que nos dejarán salir a nuestras calles y a tomar el aire paseando tranquilamente. Como lo hacíamos antes.
Hoy, mientras tomaba estas fotos, el vecino ha pispado. Tanto, que se ha salido de la terraza y se ha metido de vuelta en casa observándome. Se ha dado cuenta de que hacía algo con el pepino (el teleobjetivo, que le llamamos así los foteros). Y es que hoy, precisamente, me ha dado por fijarme en sus geranios rojos. Es lo que más destaca en toda la fachada. También me he embobado con el cielo que teníamos. Hacía sol. Había nubes. Y de alguna manera, supongo que estaría imaginando el día que nos dejarán salir a nuestras calles y a tomar el aire paseando tranquilamente. Como lo hacíamos antes.
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